El caracol – Diego Dublé Urrutia
Cuando la brisa barría apenas
las nieblas grises de la mañana
y al arrastrarse por las arenas,
con sus espumas como azucenas
jugaba, en sueños, la mar cercana,
…
Vuelo sin orillas – Oliverio Girondo
Abandoné las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.
…
La enamorada – Paul Eluard
Ella vive de pie sobre mis párpados
Sus cabellos están entre los míos
Tiene la forma exacta de mis manos
…
Sobre el origen del oboe – Rafael Alfaro
Alta madera –haut bois–, oboe:
el bosque está aprendiendo la fugaz
canción del ruiseñor para decirla
con tu lengüeta, luego, ensimismada.
Al cielo – Vicente Aleixandre
El puro azul ennoblece
mi corazón. Sólo tú, ámbito altísimo
inaccesible a mis labios, das paz y calma plenas
al agitado corazón con que estos años vivo.
…
María Tecum – Roque Dalton
Los días de leyenda en que me amabas sin hacer preguntas
hicieron que la ciudad tomara la cara de un juguete
como en los nacimientos al dejarte en las noches
iba a mi casa alegre por calles de aserrín
…
La espigadora – José María Gabriel y Galán
¿Vas a espigar, Isabel?
¡Cuánto siento, criatura,
que bese el sol esa piel
que tiene jugo y frescura
de pétalos de clavel!…
Acta – Roque Dalton
En nombre de quienes lavan ropa ajena
(y expulsan de la blancura la mugre ajena).
En nombre de quienes cuidan hijos
(y venden su fuerza de trabajo
en forma de amor maternal y humillaciones).
Sueña el rey que es rey (de «La vida es sueño») – Pedro Calderón de la Barca
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
El trabajo de la felicidad – May Sarton
Pensé en la felicidad, en cómo se teje a diario
con el silencio de la casa vacía
y en que no es súbita ni gratuita
sino una creación, como el crecimiento de un árbol.
…
A Elena – Edgar Allan Poe
Te ví una vez, sólo una vez, hace años:
no debo decir cuantos, pero no muchos.
Era una medianoche de julio,
y de luna llena que, como tu alma,
cerníase también en el firmamento,..
A la noche – Félix Lope de Vega
Noche fabricadora de embelecos,
Loca, imaginativa, quimerista,
Que muestras al que en ti su bien conquista,
Los montes llanos y los mares secos;