Aquella vez que vino tu recuerdo – Evaristo Carriego
La mesa estaba alegre como nunca.
Bebíamos el té: mamá reía
recordando, entre otros,
no se qué antiguo chisme de familia,
una de nuestras primas comentaba
…
La mesa estaba alegre como nunca.
Bebíamos el té: mamá reía
recordando, entre otros,
no se qué antiguo chisme de familia,
una de nuestras primas comentaba
…
Como ya en el barrio corrió la noticia,
algunos vecinos llegan consternados,
diciendo en voz baja toda la injusticia
que amarga la suerte de los desdichados
…
Has vuelto, organillo. En la acera
hay risas. Has vuelto llorón y cansado
como antes.
El ciego te espera
las más de las noches sentado
a la puerta. Calla y escucha….
A todas las evoco. Pensativas,
cual si tuvieran almas, yo las veo
pasar, como teorías que viniesen
en las estancias líricas de un verso.
…
¿No te da tristeza? Bueno,
a mí no sé qué me da
¡Se van los viejos! Los pobres
poquito a poco se van.
…
Cuando escucho el rojo violín de tu risa,
en el que olvidados acordes evocas,
un cálido vino licor de bohemia
me llena el cerebro de músicas locas.
…
Poema en castúo.
Señol jues, pasi usté más alanti
y que entrin tos esos,
no le dé a usté ansia
no le dé a usté mieo…
¿Qué tendrá la hija
del sepulturero
que con asco la miran los mozos,
que las mozas la miran con miedo?
Cuando llega el domingo a la plaza
…
Contiene:
LA QUE HOY PASO MUY AGITADA
¿NO TE VEREMOS MÁS?
LA INQUIETUD
LA COSTURERITA QUE DIO AQUEL MAL PASO
CUANDO LLEGA EL VIEJO…
«CAPERUCITA ROJA» QUE SE NOS FUÉ
Los seis sonetos del libro. Extraídos de la edición de «Poesías de Evaristo Carriego», de 1913 editado en Barcelona por Establecimiento Tipolitográfico de Auber y Pla
Ante mi ventana, clara como un remanso
De firmamento, la luna repleta,
Se puso con gorda majestad de ganso
Á tiro de escopeta.
No tenía rifle,
Ni nada que fuera más o menos propio
…
Con el corazón y la cabeza
En incompatible matrimonio,
El buen pescador busca un testimonio
A sus frustrados sueños, en su propia tristeza.
Su poético desvarío,
Dos años ha que refresca
…
Luna, son las doce.
Con feliz auspicio,
Deja que te goce
Mi encanto novicio.
…
En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.
…